Jesús, su cruz y su madre: un encuentro a los pies de la Catedral

La música de los jóvenes de Hakuna y la maestría de los costaleros han arrancados vivas y aplausos de los miles de burgaleses que un año más se han dado cita en la procesión del Encuentro.

Es, sin lugar a dudas, ‘la procesión’ de la Semana Santa en la capital de la provincia. No solo porque concita desde 1947 a numerosos burgaleses, sino porque en ella se conjugan sentimientos, silencios, aplausos. Y hasta algún que otro «viva», tan típicos de otros lares. La procesión del Encuentro ha vuelto a reunir, a la sombra de la Catedral, las imágenes de Jesús con la Cruz a Cuestas y Nuestra Señora de los Dolores en la noche del Jueves Santo. Ambas tallas han sido mecidas con maestría a hombros de sus costaleros, que las han trasladado hasta la plaza del Rey San Fernando desde sus respectivas parroquias, San Cosme y San Damián y San Gil Abad, con los compases de sus agrupaciones musicales.

 

La Real Hermandad de la Sangre del Cristo de Burgos y Nuestra Señora de los Dolores y la Ilustre Archicofradía del Santísimo Sacramento y Jesús con la Cruz a Cuestas –organizadoras del acto– han intercambiado ramos de flores. Momentos antes, jóvenes de Hakuna Group Music han entonado una de sus canciones más populares, la que narra la escena del encuentro de Jesús con su Madre camino del Calvario. El arzobispo, don Mario Iceta, también ha participado en el acto y ha impartido a los presentes la bendición desde el balcón de la catedral.

 

La ceremonia, que hablaba de «cruces y sufrimientos», como se ha escuchado al micrófono, se ha visto interrumpida unos momentos para atender una emergencia sanitaria. El silencio se ha visto alterado con un aplauso cuando la ambulancia ha abandonado la plaza, en señal de agradecimiento al trabajo de los sanitarios y como deseo de la recuperación de la paciente, que, según las primeras informaciones, ha sufrido una parada cardiaca.

 

A la conclusión del acto, ambas imágenes han regresado a sus respectivas sedes. La Dolorosa (una talla barroca del siglo XVIII y autor desconocido), ha enfilado la calle La Paloma para llegar a su parroquia, donde los fieles la han despedido con el canto de la Salve. La imagen de Jesús con la Cruz a Cuestas, tallada por Ildefonso Serra en 1901, ha regresado a San Cosme y San Damián después de hacer parada en la catedral, donde sus cofrades han realizado una estación al Santísimo Sacramento, reservado en el monumento de la capilla de Santa Tecla después de la misa de la Cena del Señor que ha presidido el arzobispo. En el acto han participado también representantes eclesiásticos, autoridades civiles, el ayuntamiento encabezado por el alcalde, Daniel de la Rosa, el delegado de la Junta en Burgos, Roberto Saiz, y miembros de cofradías y hermandades penitenciales de la ciudad.

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