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Monasterio de San Juan de Ortega

Monasterio de San Juan de Ortega


Juan de Velázquez o Juan de Quintanaortuño, religioso que pasó a la historia como San Juan de Ortega, nació en el pueblo burgalés de Quintanaortuño en el año 1080. Se entregó plenamente durante su vida a la tarea de ayudar a los peregrinos del Camino de Santiago con la construcción de calzadas y puentes, pero su gran obra la fijó en los Montes de Oca, en una zona conocida como Ortega, procedente del latín Urtica, que significa ortiga o maleza, donde hoy se encuentra la localidad de San Juan de Ortega. Allí construyó una capilla y un pequeño monasterio. Además construiría un albergue para los peregrinos que por allí pasaban. Con el tiempo se le unieron colaboradores en sus labores hospitalarias, con lo que nacería cerca del 1138 el monasterio de San Nicolás, conocido posteriormente como el monasterio de San Juan de Ortega. Inicialmente, se encontraba regido por canónigos regulares bajo la Regla de San Agustín y el 24 de abril de 1138 el papa Inocencio II tomó bajo su protección el monasterio.


El santo falleció el 2 de junio de 1163 y su obra no terminó con su muerte, sino que continuó durante años para poder consolidar el complejo monacal con el que hoy nos encontramos.
En 1431 se encontraba en muy mal estado, habitándolo tan solo tres monjes. Fue entonces cuando el obispo de Burgos Pablo de Santa María ordenó que fueran los monjes jerónimos del Real monasterio de Nuestra Señora de Fresdelval los que lo habitasen, permaneciendo estos hasta la desamortización de 1835, cuando los bienes del monasterio fueron vendidos en subasta pública.
En el año 1966, la Diócesis de Burgos encomendó el cuidado del Santuario al Cabildo Metropolitano de la Catedral.


El monasterio ha sido objeto de un importante proceso de restauración y rehabilitación, quedando todavía el acondicionamiento interior para la atención de los peregrinos y otras actividades pastorales y de atención social. Como santuario continúa siendo un centro de piedad popular. Merece la pena asistir a la celebración de la fiesta de San Juan el día 2 de junio y el sábado siguiente a este día 2.


Coincidiendo con los equinoccios se produce el “fenómeno de la luz”. Con ello los arquitectos quisieron resaltar la fiesta de la Anunciación.

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