140 años de la Catedral de Burgos como Monumento Nacional

El 8 de abril de 1885, la Catedral de Burgos fue oficialmente reconocida como Monumento Nacional Histórico-Artístico mediante una Real Orden. Esta distinción fue respaldada por los informes favorables de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Real Academia de la Historia. Se trató de la primera categoría de protección de bienes culturales establecida en España.

El Cabildo Metropolitano desempeñó un papel crucial en esta declaración como atestigua la documentación del Archivo Catedralicio. Su labor se enfocó en tres objetivos fundamentales: garantizar la conservación del templo, obtener los recursos necesarios para la reparación de las torres y agujas, cuyo estado de conservación era preocupante, y preservar la dimensión religiosa del templo.

La Catedral de León fue la primera en obtener esta distinción, seguida de la de Burgos. Este logro histórico convirtió a la catedral burgalesa en el primer monumento de la ciudad en ser reconocido por su extraordinario valor histórico, artístico y espiritual. Este precedente abrió el camino para futuras declaraciones de otros monumentos destacados, como la Casa de Miranda en 1914 y la Cartuja de Miraflores en 1923.

Es significativo que dos catedrales de estilo gótico fueran las primeras en ser declaradas Monumentos Nacionales, reflejando una característica típica de la mentalidad del siglo XIX. Este periodo estuvo marcado por un interés especial en la protección del arte gótico, impulsado por la revalorización de la Edad Media, un fenómeno europeo vinculado al auge de los nacionalismos. Las prácticas restauradoras de la época, impregnadas de matices ideológicos, evocaban los valores cristianos y el poder político histórico del reino de Castilla.

El proceso de restauración de la Catedral de Burgos incluyó intervenciones clave como la reparación y consolidación de las agujas, la reorganización del entorno urbano mediante la eliminación de edificios circundantes, la restauración del claustro y la demolición del antiguo palacio episcopal. En estas obras participaron destacados arquitectos como Ricardo Velázquez Bosco, Vicente Lampérez y Julián Apraiz, quienes dejaron una impronta significativa en el templo.

Desde 1985, con la entrada en vigor de la Ley del Patrimonio Histórico Español, los Monumentos Nacionales pasaron a formar parte de la lista de Bienes de Interés Cultural. Un año antes, la Catedral de Burgos había sido incluida en la lista de Patrimonio Mundial.

Fuentes:

Cupeiro, P. (2021). La catedral de Burgos, primera catedral española Patrimonio de la Humanidad. Muy Historia, n.º 11, 175-183.

Real Orden declarando Monumento Nacional la Catedral de Burgos. Gaceta de Madrid n.º 103, de 13/04/1885, pág. 127. Recuperado de: https://www.boe.es/gazeta/dias/1885/04/13/pdfs/GMD-1885-103.pdf

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